sexta-feira, dezembro 16, 2005

La tarde

Esta noche estoy lejos de ti. No
sabes cuánto. Nada me costaría
extender mi brazo y alcanzar tu
rostro; perdido en la memoria.

Prefiero el silencio de un trago
y mis manos quietas sobre un cristal.
La frustración borra cualquier
otro posible gesto en mi rostro.

Me voy sin el inútil propósito
de olvidarte. Me llevo aquellas
tus lágrimas brutales y nocturnas,
las breves piezas del tiempo juntos,

el recuerdo fatal de tu espalda.
De algún modo la historia permite
que sigamos abrazados esa tarde
-elegida, guardada por nosotros-para
alguna otra tarde acariciarnos.

1 Comments:

Blogger Luis David said...

Salud a la mafia en pleno.

Cada tanto paso por aquí y me doy un baño de pureza.

Es una buena costumbre mía.

Felicidades a ambos todos.
luis david

5:45 PM  

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